Tuesday, December 1, 2009

BIBLIA = BASURA

Eso pensó esa persona en ese momento. Probablemente esa frustración que nos viene a todos cuando de momento pensamos que Dios debe hacer todo lo que nosotros queremos por el simple hecho de ser Dios. Puede ser también que esa persona, con toda intención compró una Biblia para luego botarla en la basura para que al menos una persona menos en el mundo pudiese tenerla. Tal vez eran los nuevos dueños de esa casa y eran ateos y decidieron tirarla a la basura. Pero también puede haber sido alguien que simplemente perdió la fe, como muchos, y tiró su Biblia a la basura pensando que ahí nadie la encontraría; que esa Biblia era ahí donde pertenecía: a la basura. Se equivocó…

¿Por qué alguien tiraría algo a la basura? Pues por que es basura. Pero, ¿por qué alguien tiraría una Biblia a la basura? Ese “alguien” pensó que era basura. No se la pudo regalar a nadie como obsequio, alguien que pudiera darle un uso, o simplemente leerla, o ponerla como talismán encima del televisor o al lado de su cama, tú sabes, pa’ que no sueñes cosas malas; como cuando alguien ya no quiere un CD, o ya lo grabaste y alguien te lo pide prestado y se lo regalas. No, esa persona estaba tan enfadada, o tan indignada con la Biblia, con Dios, que la tiró a la basura, tal vez pensando que así acabaría esa Biblia. Estaba equivocado…

En esos días había dos grandes amigos que, aunque eran muy unidos, hace mucho que el uno y el otro llevaban vidas separadas. Uno de ellos trabajaba guiando trucks de basura. El otro aunque ganaba “buen” dinero para ese entonces trabajando en San Juan como Platero, malgastaba su dinero en drogas y alcohol todos los fines de semana. Llegaba borracho a su casa y golpeaba su mujer y sus hijos. Todos le temían cuando llegaba borracho. Un día la esposa lo esperaba contenta porque llegaba su esposo, y ese esposo la golpeó en la boca, rompiéndosela, por celos. Por celos sin fundamentos. Ese hombre la trataba como basura al igual que a sus dos hijos. Tenía muchas religiones. Era santero, espiritista, católico, estudiaba las pirámides, los ovnis, y el control de la mente. Un día llegó a su mente la idea de matar a su esposa y a sus hijos. No quería hacerlo, pero así decidió hacerlo. Estaba decidido, para luego suicidarse. Ninguna religión salvó su vida en ese momento. Recordó algo. Había escondido una Biblia hace mucho tiempo, junto con unos discos LP de esos de religiosos en alguna esquina de su casa. Buscó esa Biblia que había escondido. La misma que su amigo y cuñado había encontrado en un zafacón de la basura y le había llevado a su casa junto con todos esos discos LP que tenía escondidos. La misma Biblia que alguien con indignación había arrojado a la basura. Esa Biblia que agarraba en su mano, mientras estaba llorando frente al altar de santería que tenía y sin saberlo, a la vez hacía un pacto con Dios orando así: “Señor, si tú me salvas y quitas este odio que tengo dentro de mí, yo voy a hacer lo que sea por servirte”. Ese hombre no sabía nada acerca de Dios. Nunca se había relacionado con la Biblia, pero en ese momento la pudo abrir y pudo comenzar a leerla. Entendió que Dios no es una iglesia, que Dios no es lo que un cura, un pastor o un ministro dicen que es. Dios era mucho más que eso. Aunque no lo crean, ese hombre pudo comenzar a amar a su familia de nuevo, pudo comenzar a amar a su esposa de nuevo. Hace ya como treinta años de eso, y todavía ese hombre sigue sirviendo a Dios. Es pastor actualmente y no muchas personas saben de éste testimonio. En ese tiempo en el que él quería asesinar a su familia, en Carolina hubo un hombre que hizo exactamente lo mismo que él quería hacer: mató a su familia y luego se suicidó. Lamentable suceso pero cierto.

Esta no es una historia más para que creas en Dios. Esto no es un tratado que dice que te vas a quemar en el infierno si no lo aceptas. Esto es una simple historia. Tan real como tú y yo. No es una fábula, no es un cuento ni un mito. Esta es la historia de mi padre, tal y como lo conocí y lo conozco. Esta es la historia de mi madre que sufrió por muchos años soportando esas cosas que hacía mi padre; y es la historia de mis dos hermanos mayores que también sufrieron. Yo nunca conocí a mi padre en ese estado, pero por lo que sé no era muy bueno que digamos. Yo conocí otra persona totalmente distinta y me siento bien por eso. Nunca tuve que lidiar con eso, pero a mis hermanos y a mi madre, siento mucho todo eso. La palabra de Dios no torna atrás vacía. Y pensar que todo empezó por una Biblia tirada en la basura.


Twitter Facebook MySpace Digg E-Mail Subscribe

2 comments:

Prometeo said...

He leído como muchas veces haces referencia a tu padre que es pastor pero desconocía esta historia. Es un testimonio tremendo. Dios (para los que creen en él) obra en maneras misteriosas.
Tremenda entrada amigo.

Adelante y éxito.

Nesty said...

Soy una persona que no cree en la Biblia por muchas cosas una de ellas es que es el cuento mas contado en la historia humana, y segundo ellos mismo dicen que no confíes en otro hombre, por que entonces creer en algo que lo escribió un hombre?

y no tengo nada en contra de Dios, si no en las personas que llevan el mensaje y se lucran del enagano a las personas